martes, 8 de marzo de 2011

La superstición

El domingo pasado acudí con mi marido y mi hijo al polvoriento mercadillo de mi pueblo. Como cada fin de semana, revolvimos entre baúles de juguetes, velas con descuento y falsos inciensos que prometían limpieza instantánea. Al salir, cargados con bolsas hasta el cuello, me di cuenta de que llevaba enganchado al chal un juego de calcetines de bebé, color rosa pálido.

Pasé el resto del día pensando que era una señal para empezar a buscar a la niña. Quién sabe... Pero no importa si es esta coincidencia u otra la que sirva para justificar la biología y mis deseos de familia. A lo que iba con esto en el día de la mujer es a nombrar algo que me asalta en la vigilia, ella es la que lleva el chal y la que engendra a la cría. Sólo para recordarlo, hoy que está de moda llevar botas e ir de batallitas.