"!Ala, echate a la bartola mujer, que ahora sí que tienes tiempo!". El que lo dice es tu padre, al teléfono, sacándole hierro a tus quejas sobre lo mucho que te cuesta conciliar lactancia y crianza materna, labores domésticas, trabajos remunerados y un cierto equilibrio en tu salud física y mental. Y es que él, como tu mejor amigo, está convencido de que la maternidad es un chollo que consiste en disfrutar de la calma hogareña y seguir por fin el culebrón venezolano enfundada en un par de cómodas pantuflas. ¿Cómo le explicas a un nostálgico del pasado que hay que cambiar la foto fija? Claro, si hubiera tiempo, le harías un análisis claro. Lo malo es que llegas tarde a recoger las cacas del gato.
miércoles, 27 de mayo de 2009
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